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Como reconocimiento a toda una trayectoria de docencia e investigación, el Dr. Mariano Sanz, especialista en Estomatología y Periodoncia, ha sido galardonado recientemente por el Consejo General de Dentistas de España con el Premio Dentista del Año 2018, además de haber sido homenajeado en SEPA Valencia 2019 por sus 30 años como investigador y docente. Orgulloso y emocionado, el Dr. Mariano Sanz nos muestra en esta entrevista su satisfacción por poder compatibilizar la investigación con la docencia y la práctica clínica, así como su intención de continuar aportando conocimiento al sector y, por supuesto, transmitirlo.
DM.- Recientemente ha sido galardonado con el Premio Dentista del Año 2018 que otorga el Consejo General de Dentistas de España. ¿Qué supone para usted este reconocimiento?
Dr. Mariano Sanz (M.S.).- Supone una enorme alegría. Siempre utilizamos el tópico que nunca trabajamos buscando el premio y la recompensa, pero, aunque en el fondo sea verdad, que no luchamos y competimos por ello, cuando nos otorgan un premio nos genera una gran satisfacción, ya que de alguna manera tus pares están reconociendo que todo tu esfuerzo profesional tiene una recompensa de carácter inmaterial, que son las mejores recompensas.
En este caso al ser un premio a una trayectoria de docencia e investigación en odontología otorgado, no por la universidad o por sociedades científicas, sino por el estamento profesional, que de algún modo está menos vinculado al mundo de la ciencia y la docencia, tiene para mí aún más valor, ya que no solo se me premia a mí como persona, sino también a nuestro mundo académico que no siempre es tan apreciado.
DM.- A lo largo de toda su trayectoria ha logrado compatibilizar la investigación con la docencia y la práctica clínica. ¿Qué ventajas le proporciona su trabajo en cada una de ellas respecto a las demás?
Dr. M.S.- Cada una de estas facetas tienen sus ventajas y todas aportan grandes satisfacciones. Para mí ha sido un privilegio poder haberlas compatibilizado. Yo no entiendo la enseñanza universitaria sin tener la posibilidad de generar conocimiento. ¿Cómo vas a enseñar solo lo que han investigado otros? No tendría ningún sentido.
Por otro lado, nuestra profesión, la odontología y en particular mi especialidad, la periodoncia, tienen facetas terapéuticas muy amplias, que van desde la prevención a través de la modificación del comportamiento de los pacientes a técnicas médicas y quirúrgicas muy sofisticadas que requieren no solo destreza, sino mucho entrenamiento y estar al día en todas las nuevas tecnologías que van surgiendo. A mí siempre me ha fascinado la posibilidad de poder combinar la destreza manual con el mejor uso de nuestras habilidades intelectuales con el objetivo de mejorar la salud y la calidad de vida de nuestros pacientes. Si no hubiera podido compatibilizar estas tres facetas, me hubiera perdido algo muy importante en mi vida profesional.
DM.- ¿Qué le llevó a especializarse en Periodoncia? En su opinión, ¿cómo ha evolucionado el conocimiento de la Periodoncia?
Dr. M.S.- La Periodoncia siempre se ha considerado como la más médica y científica de las especialidades odontológicas. Quizás por esta razón las revistas científicas en periodoncia siempre están situadas en los primeros puestos de los índices de impacto. Esta combinación de ciencia, medicina y cirugía avanzada es lo que más me ha atraído.
A lo largo de los años hemos avanzado en nuestro conocimiento de las enfermedades periodontales, sobre todo de la periodontitis, que hoy día es una de las enfermedades crónicas inflamatorias más prevalentes en el ser humano. A través de investigaciones muy interesantes hemos aprendido que la boca y en concreto las encías están íntimamente conectados con el resto del organismo y cuando se produce una periodontitis, existe una clara asociación de riesgo con muchas de las enfermedades crónicas más importantes que afectan al ser humano moderno. Al haber disminuido las infecciones agudas y la desnutrición en nuestro mundo desarrollado, enfermamos fundamentalmente de procesos inflamatorios crónicos, estando todos ello interconectados y siendo dependientes de las interacciones entre nuestros genes y el medio ambiente. Estas interacciones hacen que el manejo de nuestros pacientes deje de ser un mero recetario de intervenciones mecánicas para convertirse en un ejercicio de valoración personalizada del paciente, lo que hace nuestro trabajo clínico actual mucho más interesante y recompensante.
DM.- La última edición del congreso SEPA Valencia 2019 integró en su programa una sesión muy especial en la que se conmemoraban sus 30 años de investigador y docente. ¿Cómo recibió este homenaje?
Dr. M.S.- De nuevo fue una enorme satisfacción, sobre todo porque los más relevantes investigadores y clínicos de la Periodoncia mundial acudieron a Valencia a participar en mi homenaje. Igualmente vinieron muchos de mis antiguos alumnos. Nuestro programa de formación postgraduada en Periodoncia de la UCM empezó hace 30 años y en este tiempo hemos formado un importante número de periodoncistas. Fue un placer ver a la mayoría de dichos antiguos alumnos en Valencia, acudiendo a felicitarme y a agradecerme por su formación. Esa manifestación de gratitud para mí es la mayor recompensa y por ello fue un acto precioso, que siempre agradeceré a SEPA y en particular a su presidente, Adrián Guerrero, que desde el principio tuvo el empeño en organizarlo.
DM.- Con todo ello, podemos decir que el 2019 ha sido un año gratificante para usted. ¿Qué balance realiza de toda su trayectoria?
Dr. M.S.- Bueno es difícil para uno analizar su trayectoria, sobre todo cuando queda tanto por hacer. Tengo un magnífico grupo tanto de profesores como de investigadores en la Universidad Complutense y no tengo planes de bajar el pistón en un futuro próximo, por lo que espero todavía aportar mucho, tanto generando conocimiento como en trasmitirlo. Ya habrá tiempo en el futuro de hacer balance. Ahora toca seguir trabajando para seguir creciendo.
DM.- Este año nos presentó la nueva clasificación de enfermedades periodontales y enfermedades periimplantarias que clasifica estas enfermedades en distintos estadíos y aporta pautas para el manejo de los pacientes en función de su grado de afectación. ¿Qué ventajas ofrece este nuevo sistema para el profesional? ¿Y para el paciente?
Dr. M.S.- Supone en mi opinión un gran paso adelante ya que, este nuevo sistema no solo nos permite enfocar el diagnóstico y el plan de tratamiento de las enfermedades periodontales y periimplantarias, sino también de sus consecuencias. Es decir, cómo debemos combinar los tratamientos periodontales y periimplantarios con tratamientos rehabilitadores y cómo secuenciaríamos dicho plan de tratamiento multidisciplinar.
La nueva clasificación no solo nos sirve para comunicarnos entre nosotros, sino también con los pacientes y del mismo modo que los oncólogos presentan a sus pacientes la extensión y la gravedad de los tumores utilizando su clasificación en estadíos y en grados y establecen pronósticos de curación, el nuevo sistema de clasificar la enfermedades periodontales y periimplantarias trata no solo de identificar el grado de severidad de las enfermedades, sino también su complejidad de tratamiento y el riesgo individual que tendrá el paciente de que su enfermedad siga progresando o que no tenga una adecuada respuesta al tratamiento. De este modo, este nuevo sistema de clasificación nos conduce a una odontología más personalizada y más enfocada a las necesidades específicas en el tratamiento de los pacientes.
DM.- Entre los más de 60 estudios de investigación que ha liderado a lo largo de su carrera, ¿cuáles de ellos destacaría usted y por qué? ¿En qué línea de investigación está trabajando actualmente?
Dr. M.S.- Es difícil destacar uno en concreto, ya que siempre los más interesantes serán los más actuales y cada momento presenta distintas oportunidades y también lo abordamos con distinta capacitación, así como con distinta tecnología accesible para realizar proyectos cada vez más interesantes. Nuestro grupo comenzó con un pequeño laboratorio de microbiología y hoy disponemos de ocho laboratorios a pleno funcionamiento con investigadores profesionales trabajando a tiempo completo. Sin embargo, aquellos comienzos también fueron apasionantes.
Las líneas más interesantes que desarrollamos en la actualidad son: el estudio del microbioma oral y de la expresión genética de las bacterias periodontales más patógenas; el estudio de las interacciones entre periodontitis y enfermedades sistémicas, donde tenemos proyectos en pacientes diabéticos, con afectaciones cardiovasculares, con artritis reumatoide y ahora estamos comenzando una línea nueva con enfermedad de Alzheimer. También estamos muy involucrados en terapias regenerativas tanto de hueso como de periodonto, utilizando tanto terapias celulares como de nuevos biomateriales. Igualmente desarrollamos una línea muy interesante de estudio de las enfermedades periimplantarias y desarrollo de nuevas terapias en el tratamiento de las periimplantitis. La verdad tenemos un grupo de investigación muy amplio que nos permite abarcar prácticamente todas las áreas de nuestra especialidad.
DM.- Teniendo en cuenta su experiencia y dilatada trayectoria académica guiando a estudiantes y periodoncistas, ¿qué opina respecto a la formación continua y cuál es la situación actual en España respecto a otros países? ¿Qué medidas considera necesarias implantar en nuestro país para garantizar la formación constante durante el tiempo que dura el ejercicio profesional?
Dr. M.S.- En este sentido, creo que no se debe independizar la formación continua de la formación postgraduada reglada. En nuestro país las autoridades a lo largo de los últimos 20 años no han hecho una buena labor, ya que no existe en Odontología ni un sistema de formación postgraduada reglada, ni un sistema de formación continua que garantice a nuestros pacientes que la profesión tiene un sistema de formación permanente vinculado a todos los profesionales. En la mayoría de los países europeos existe una regulación tanto de la formación de especialistas, con especialidades reconocidas, como una distinción clara de lo que es una formación postgraduada reglada y lo que es formación continua, con sistemas de acreditación y de regulación independientes que identifiquen a aquellos profesionales que han realizado formación postgraduada reglada de calidad y que exijan a todos los profesionales que se actualicen regularmente en sistemas de formación continua acreditados para mantener su licencia. Esto es absolutamente la norma desde hace tiempo en la mayoría de los países europeos; aunque, sin embargo, aquí, todavía se ve muy lejano.
También puede consultar el número 46 de DM-El Dentista Moderno.
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