Revista
El artículo Is the oral cavity relevant in SARS-CoV2 pandemic?, publicado en la revista Clinical Oral Investigations concluye que “el uso de colutorios antisépticos bucales con povidona-yodo o cloruro de cepilpiridino (CPC) podrían ayudar a reducir la severidad de la COVID-19 y el riesgo de transmisión mediante un descenso de la carga viral en la boca en los individuos infectados”.
Del informe se desprende que la boca es una de las principales vías de entrada al organismo, junto con la nariz y los ojos. Y es en ella, donde el virus SARS-CoV-2 (el virus que produce la enfermedad COVID-19) encuentra una alta densidad de sus receptores específicos de unión. El mantenimiento del virus en boca facilita la transmisión del mismo, de persona a persona, a través de las gotículas que puede emitir una persona infectada, al hablar, toser, exhalar, etc.
Algunos estudios de investigación básica muestran que el coronavirus SARS-CoV-2 es capaz de infectar cuando se une de manera específica a una proteína transmembrana, denominada ACE2, presente en algunas células de nuestro cuerpo. Este receptor se encuentra en la mayoría de las células de los alveolos pulmonares, por eso el virus afecta tanto al sistema respiratorio. En concreto, el SARS-CoV-2 tiene las glándulas salivares como reservorio en pacientes asintomáticos, y se ancla a la lengua, encías y paladar. Uno de los estudios más reciente, publicado en febrero 2020, demuestra que estos receptores ACE2 se encuentran en alta densidad en la boca, especialmente, sobre la superficie de la lengua.
Por todo ello, apuntan los autores, “la boca puede ser considerada tanto una puerta de entrada/salida del virus y en sí misma un foco de alto riesgo para el desarrollo de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) debido a la presencia de receptores ACE2”. Otra cuestión relevante se refiere a la carga viral y como ésta está directamente relacionada con la gravedad de la enfermedad. El uso de enjuagues bucales con antisépticos ayudaría a disminuirla y, en consecuencia, a reducir la gravedad de la enfermedad, así como la transmisión.
Este trabajo se ha realizado en el marco de actividad que desarrolla la Cátedra Extraordinaria Dentaid en Investigación Periodontal de la Universidad Complutense de Madrid.
Desde la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial instan a las autoridades competentes "para que escuchen las demandas de los dentistas antes de la tramitación definitiva del Anteproyecto y corrijan esta clasificación injusta".
El acuerdo contempla que se incorporen a las prácticas en la red de clínicas de Donte Group 45 alumnos en los dos primeros años de implantación del título y hasta un máximo de 90 alumnos a partir del tercer año de implantación del Grado en Odontología.
La tercera edición de BDS – Barcelona Dental Show se celebrará los próximos 10 y 11 de abril en Fira Barcelona Gran Vía.
Fabricados con el material TruGEN XR™, los nuevos retenedores removibles Spark son personalizables, duraderos y asequibles.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) confirma expresamente que, además de los médicos, los dentistas pueden usar la toxina botulínica para tratar la sialorrea crónica, estando dentro de sus atribuciones profesionales.
La Directora Médica de las Clínicas MAEX Pousa de Vigo y Pontevedra asegura que “si se quiere estar tranquilo respecto a la salud general, hay que cuidarse la boca, porque tenerla descontrolada es una bomba de relojería".
Al igual que el Consejo, estas sociedades científicas consideran que la ubicación de los odontólogos en el Grupo 7 supone una discriminación y un desprestigio para la profesión de dentista.
El estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid puede tener aplicaciones clínicas en el diagnóstico y tratamiento de patologías del cuello.
El documento recoge los distintos compromisos y responsabilidades que los usuarios de las clínicas dentales adquieren al pedir cita y acudir a consulta, así como una serie de derechos que le corresponden.